En los años posteriores, Bürkert experimento un rápido crecimiento. Además de la sede central en Ingelfingen, se crearon delegaciones de venta en Frankfurt y Hannover para aprovechar mejor los potenciales con vista a la clientela. El concepto de las delegaciones de venta se fue consolidando y estableció las bases para la actual presencia global de la empresa.
Se construyeron dos edificios de producción adicionales cerca de la sede central de Bürkert, en las localidades de Öhringen y Gerabronn. A partir de 1960, se fabricaron en Öhringen reguladores de caudal para las estufas de gasoil utilizadas en aquella época, mientras en Gerabronn se produjeron cada año, desde 1961, más de 1 millón de válvulas para lavadoras. Estos dos productos abrieron a la empresa el acceso al mercado industrial a gran escala. En Gerabronn, se contrató y formó a los empleados de la antigua fábrica de medias, un ejemplo típico de la reconversión estructural de la industria alemana.