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Transporte neumático. Hágalo fácil

El proceso de transporte neumático requiere el movimiento seguro de productos como polvos o gránulos de un lugar a otro, con dos objetivos básicos, mantener la integridad del producto transportado y enviarlo a la velocidad adecuada.

En este sentido, las propiedades del material a granel y los caudales y presiones de aire de transporte son consideraciones clave. Hay que tener en cuenta la diversidad de los materiales a granel, su peso, su consistencia, su fragilidad o su resistencia a la fricción y además los caudales y presiones del aire de transporte deben ser controlados de forma fiable.

En función de estos parámetros las instalaciones de transporte neumático se dividen en dos grandes bloques, transporte por aspiración (vacío) y por soplado (presión).

El transporte a presión requiere un control selectivo del aire de transporte, dependiendo del producto a transportar, para proteger las tuberías de la obstrucción, para preservar la calidad de los materiales a granel y sus propiedades, o para proteger el medio ambiente de la contaminación.

Las propiedades del material a granel influyen enormemente en la selección del método correcto de transporte a presión para mantener un caudal fluido y consistente. El transporte desde un recipiente bajo presión (silo) por una tubería hasta el siguiente recipiente a presión puede realizarse con o sin un alimentador rotativo. Este dispositivo se utiliza para descargar el sólido del silo hacia la tubería de transporte. La presión del aire superior empuja el producto fuera del recipiente mientras que el aire inferior acelera el material a granel hacia la tubería.

En el caso del transporte en fase diluida, el material a granel se transporta con poca carga en la tubería, baja presión de aire y alta velocidad, en cambio, en el caso del transporte en fase densa, también conocido como transporte por tapón o lento, el material a granel se mueve con una carga alta de la tubería y una velocidad de circulación baja. La velocidad del aire se ajusta mediante un controlador de caudal de aire. El transporte en fase densa garantiza cambios menores en las características del material a granel que el transporte en fase diluida.

Para regular el correcto caudal de aire, en función de las necesidades de la instalación, se utilizan válvulas de accionamiento neumático todo-nada y válvulas de control, también con accionamiento neumático. Adicionalmente las necesidades de monitorización del proceso de transporte requieren de señales electricas o electrónicas de posición y retroalimentación.

En este campo, contar con la colaboración de empresas especializadas en el diseño y la fabricación de válvulas de control on-off y control contínuo desde hace más de 70 años es un valor añadido para cualquier fabricante de sistemas de transporte neumático.

En Bürkert contamos con un extenso portafolio de soluciones para las problemáticas del transporte neumático, bien en aspiración o bien por soplado, y tando en fase diluída como en fase densa.

Nuestras válvulas de asiento inclinado modelo 2000 (actuador CLASSIC) y modelo 2100 (actuador ELEMENT) son comunmente utilizadas en las operaciones on-off para el control del caudal de aire del impulsor, cuando la calidad del aire así lo requiera podemos utilizar también las válvulas asépticas modelo 2103.

Para el pilotaje y retransmisión de la posición de la válvula nuestra propuesta se centra en los cabezales de mando modelos 8690 y 8691, que combinan las electroválvulas de pilotaje con los indicadores de posición e incluso con señalización luminosa del estado de la válvula.

En el caso de requerir un control continuo del caudal del aire impulsado, Bürkert le ofrece su familia de válvulas de control continuo 8802, con tres versiones, básica, posicionadora y controladora, la válvula de control 8802 le ofrece en cualquiera de sus construcciones un excelente control continuo del aire de impulsión.

Para las instalaciones de fase densa, y cuando se utilice una válvula rotativa, Bürkert le ayuda a solventar el problema generado por la pérdida de caudal de aire cuando se mueve la válvula rotativa. En cada giro de la válvula y coincidiendo con la carga del material a granel, se pierde una cierta cantidad de aire que es necesario compensar para mantener en movimiento el producto.

La alternativa Bürkert es el sistema de control 8750, que mediante cálculo por presión diferencial, mantiene el caudal de aire deseado con independencia del caudal perdido por la acción de la válvula rotativa.

Los transmisores de presión delante y detrás de la válvula de control, convierten a esta en una placa de orifico de diámetro variable, ya que permiten variar el paso de la válvula en funcion de la presión diferencial.

Pero no todos los sistemas de transporte neumático son complejos o requieren de soluciones sofisticadas, en muchas ocasiones la utilización de electroválvulas 2/2 vías es una solución perfectamente aceptable, bien sean servoasistidas o de efecto directo, en Bürkert puede encontrar la electroválvula más adecuada a sus necesidades de impulsión de aire.