Calibración de equipos
Necesita calibrar sus equipos.

Cuando en sus procesos industriales intervienen equipos de análisis, es imprescindible que dichos equipos se ajusten tecnicamente a las necesidades de su proceso. De ahí la importancia de poder confiar en un fabricante que, no sólo nos ofrezca equipos fiables y de calidad, sino que pueda asesorarnos en el momento de la compra con la finalidad de elegir el más adecuado a nuestras necesidades.
Si hablamos de instrumentación, debemos tener en cuenta tres características técnicas relacionadas con su capacidad de medición para asegurar que reune las condiciones que su proceso requiere:
- Resolución / Rango de medida: La resolución es la unidad mínima de cambio en la magnitud física a medir que el equipo es capaz de detectar, y se relaciona con el rango total de medida del equipo mediante un factor. Un equipo con mayor rango, tendrá una resolución menor, mientras que un equipo con un rango de medición menor, tendrá una mayor resolución.
- Exactitud / Desviación : La exactitud es la diferencia entre lo que el equipo es capaz de medir y el valor real de una magnitud física, cuanto mas pequeña sea esta desviación, más exacto será el equipo.
- Precisión ( o repetibilidad ): La precisión o repetibilidad es la capacidad que tiene el equipo a dar una misma lectura para un mismo proceso y mismas condiciones, a menor diferencia media en las lecturas realizadas más preciso será el equipo.
Todo instrumento de medición se ve afectado por la “deriva instrumental“, es decir, por la variación de sus propiedades metrológicas a lo largo del tiempo. El responsable del proceso industrial debe asegurar que las propiedades metrológicas de sus equipos de medición se mantengan óptimas durante toda su vida útil.
Si, además, la empresa cuenta, por ejemplo, con certificaciones ISO-9001 o ISO-17025 y usa la medición para controlar el proceso industrial, debe asegurarse que se proporcionan todos los recursos necesarios para que los resultados, al realizar la medición y el control, sean válidos.
Para obtener la máxima operatividad y garantía de cuantas medidas se efectúen con los equipos, debemos contar con un plan de mantenimiento y de calibraciones periódicas.
“Aquello que no se puede medir no se puede mejorar”, por lo que necesitamos poder medir para controlar, asegurar calidad y mejorar. Asegurar que nuestros equipos de medida efectivamente midan lo que necesitamos que midan y lo hagan de manera correcta, parece más que importante.
El equipo de medición debe:
- VERIFICARSE, realizando una prueba para validar que el instrumento cumple con las características técnicas especificadas.
- CALIBRARSE, realizando una prueba en las condiciones especificadas por el fabricante, lo que determinará, además de que el equipo cumple con las características técnicas, el factor de desviación del instrumento respecto a una lectura real. Con la calibración haremos compatible el nivel de error que estamos dispuestos a asumir (la tolerancia), con el nivel de error que tiene nuestro sistema de medición.
- AJUSTARSE, realizando cambios en su configuración para corregir el factor de desviación del instrumento.
¿Qué procedimientos emplearemos para diseñar un plan de calibraciones?
Un buen plan de control de mantenimiento y calibración a veces pasa por que las organizaciones verifiquen o calibren por sí mismas los dispositivos de seguimiento y medición, o subcontraten el servicio a empresas especializadas. Si se opta por la primera solución, la propia organización debe contar con los medios humanos y de infraestructura necesarios para ejecutar los procedimientos metrológicos. Para la segunda opción les ofrecemos la experiencia de Bürkert en este campo.